Si no doy, no existo (2013/11/17)

Cada vez que hago llorar
siento que he fallado;
el que no se arriesga no se equivoca,
me digo a modo de consuelo;
pero mis ojos 
y mi boca 
prometen
sin prometer
y sin negar
defraudan las esperanzas
que nunca dieron.

Mis deseos son esperanzas
para otros
y cuando no los cumplo
traiciono sin querer.

Lo que doy es lo que al fin
importa.

Si no doy, no existo.

Los caminos se cruzan
piensas un hola
que luego no dices;
no existes.

Cada vez que fallo
me prometo no volver
a prometer sin promesas
a esperanzar sin esperanzas.

Los recuerdos de abrazos 
son lo único que me queda
migajas que para mi son tesoros
porque no tengo otra cosa
que llevar a mi corazón.

Me acuesto, me rebujo,
repaso mis abrazos
silencio.

Me levanto, me aseo,
el día promete
quizá no amor
quizá no pasión
pero al menos sí sonrisas
así que me voy a comprar el pan.

(L.C.Crespo, 2013/11/17)

Déjame vivir, muerte pertinaz (2013/11/17)

Déjame vivir,
muerte pertinaz.
Déjame sentir,
amar hasta mi última mirada,
reír hasta mi último aliento;
llorar por los que no tienen,
cantar a los que me escuchan,
bailar con los que me aguardan.

Ayúdame a quitar
esta coraza de mi corazón,
esta mordaza de mis labios,
esta venda de mis ojos;
porque quiero sentir,
quiero besar,
mirar a la persona amada
y sentir que todo esto
tuvo sentido.

Y cuando vengas, muerte,
seas bien recibida,
porque haya agotado
hasta mi último latido
en ponerlo en valor,
bebiendo la vida
a sorbos,
sabiendo lo que vale,
lo que bebo.

(L.C.Crespo Aguirre, 17/11/2013)