11-11-2002
Uno, dos, tres...
...diez, quince, veinte...
este cacharro del diablo
no acaba de conectarnos;
se cae la linea,
se cae el ordenador,
la cpu está cansada
o el chat anda caprichoso.
Y luego,
casi siempre,
acabo encontrando
ese nombrecito gracioso
que te has puesto como nick
y te digo un "hola"...
...¡seré imbécil!
ahora que tenía
tanto que decir,
me conformo
con un hola,
¡ay si el ciber-abrazo
estuviera ya inventado!
Perdono al tiempo,
que te alejó de mí;
perdono al espacio,
que hay entre tu y yo;
perdono al día,
que me tiene atado;
perdono al silencio,
que te ata;
perdono al sueño,
que me impide soñarte;
amo ese instante nocturno
en que apareces en la ventana
de mi ordenador personal.
Brumas cerebrales
me hacen tropezar
mientras busco
el recuerdo tenue
de tu rostro.
No te vayas;
deja que tu rostro
apellide tu voz
ya tan mía.
Atame a tus manos;
no me sueltes,
que la dejadez
me amenaza;
que la comodidad
corroe
este pobre
y solitario
corazón.
Dos margaritas
en un mar sereno
y yo en globo
surcando tu cielo,
sujeto a tus amarras
que me atraían a su seno;
oh, tierra prometida,
paraiso perdido,
El Dorado vislumbrado;
piensa el desterrado
si algún día
volver podrá...
Juguemos
a un juego nuevo:
tú me buscas,
yo te encuentro,
y el futuro
es nuestro mensajero
que galopa al encuentro
de la dicha
y la lucha
de la vida;
yo en tu mano,
tú en mi pecho;
siempre ganamos,
siempre perdemos;
pero sigamos jugando
y riamos
aunque lloremos;
riendo y llorando
construiremos el cielo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario